Artículos de prensa

Viejos y nuevos mundos

Rodrigo Soto
Desde España

Poco después de la demolición del Muro de Berlín, Carlos Fuentes sentenció, si no recuerdo mal: «EI Viejo Mundo es hoy el mundo nuevo; el Nuevo Mundo es hoy el mundo viejo». Más allá del juego de palabras, la frase me quedó tintineando como un llamado de atención.

Es verdad que durante ese lapso los referentes y modelos de las clases dominantes estuvieron siempre en Europa, y más recientemente, en los Esta9os Unidos. Pero no es menos cierto que, antes o después, las mismas clases gobernantes comprendieron que no había remedio: estábamos condenados a ser nosotros mismos.

Así surgió la idea de nuestra América como un continente mestizo. No es que la idea fuese equivocada, es que en sú nombre,se cometieron infinidad de canalladas. En Bolivia, en México, en Perú ... en todos los países del continente se obligó a centenares de pueblos a renunciar a su lengua, a su cultura y a sus tradiciones, y a subsumirse en ese magma de aguachacha, pleno de latencias y posi-bilidades, pero fruto de una violencia aún mayor de la que habían ejercido los españoles. No en vano, para casi todos los p_ueblos originarios de estas tierras, el período republicano es todavía más ingrato que el colonial.

Hacia mediados del presente siglo, comienza a extenderse entre los latinoamericanos una nueva noción, hoy totalmente generalizada y reafirmada por los medios de comunicación. Muy escuetamente, podemos resumirla así: América· Latina es muy original(?), es sorprendente, es única(!) y también es impredecible, etc. Una vez más, estamos ante una forma de conciencia escindida: incapaces de_entendernos, nos calificamos, y creemos que·de esaforma resolvemos el problema de nuestra identidad. Ya habrá tiempo de pensar hasta qué punto el fenómeno editorial del «boom» tuvo que ver en esto. Después de todo, fueron los europeos los que catapultaron a la conciencia colectiva a algunos de nuestros escritores...

Por ese camino, los latinoamericanos hemos llegado a algo peligrosamente parecido a la autocomplacencia. Sólo estallidos como el de Chiapas, o como la sangrienta y olvidada guerra del Perú, nos recuerdan que nada está resuelto, y que el «mágico» magma del mestizaje no fagocitó a todos los habitantes del continente...

Y es aquí donde la «vieja» Europa, y España muy en particular, ha tomado un camino nuevo y renovador, del que los americanos podemos y debemos aprender.-Me refiero al tema de la diversidad cultural.

Con la caída del franquismo y el advenimiento de la democracia, resurgieron en España los llamados «nacionalismos». Para canalizar dicha inquietud, en la Constitución del año 78, se estableció la figura de las comuoidades autónomas. Esta fórmula, intermedia entre el federalismo y el Estado centralista tradicional, concede a las autonomías cuotas considera de poder y un grado nada despreciable de autogobierno Muy en especial, recupera la legitimidad. de todas las lenguas españolas, poniendo punto final a la tiranía secular del castellano.

El proceso de reconfiguracion del Estado español bajo este nuevo modelo es tremendamente complejo, en muchas casos doloroso, y no está exento de contradicciones. Las tensiones y los resentimientos que se liberan, a menudo amenazan su continuidad. En particular, las diferencias históricas entre catalanes y castellanos parecen·a veces a punto de estallar. Asimismo, la inserción del País Vasco, que mediante referéndum se pronunció por permanecer dentro del Estado español, se ve entorpecida y enturbiada por la actividad terrorista de ETA. Paralelamente, y con parecido entusiasmo, los gallegos recuperan su lengua -y reivindican su derecho a ser, al mismo tiempo, españoles. De esta forma, España avanza progresivamente hacia su reconfiguración como un estado multinanacional.

En la mayoría de los países latinoamericanos, las poblaciones indígenas han enunciado su demanda de avanzar en esta misma dirección. Sin embargo, en casi todos los casos han topado con la actitud totalmente refractaria de los_s·ectores políticos, para no mencionar los casos de represión por lo que a menudo llega a ser considerado amenaza contra la seguridad del Estado ...

Recientemente, el sagrado rumiante Octavio Paz se mostró escandalizado por la concesión de cuotas. de autonomía a las comunidades indígenas dé Chiapas, como resultado de las negociacionés de -paz celebradas con el gobierno mexicano. Apuntaba, cómo no, la amenaza que todo esto suponía para la unidad y la soberanía del Estado nacional...

Menos terminante que Carlos Fuenes, concluiré, entonces, asi: el Viejo es de a ias autonomías cuotas -eonsidera-, Mundo se renueva, ¿y el Nuevo? ... □

Citar como:
Rodrigo Soto. «Viejos y nuevos mundos» Semanario Universidad. 1994.